19 Jun REVOLUCIÓN EN HOYO DE MANZANARES. 1868. LA GLORIOSA
El joven Marcos se encaminó decidido hacia su destino. Bajó la calle de Colmenar donde le esperaba su primo David. A medida que avanzaban el bullicio subía de volumen. Al doblar la esquina la emoción aumentó al ver congregados gran parte de los 534 habitantes de Hoyo de Manzanares ante las casas consistoriales. Era el 4 de octubre de 1868. Hacía apenas unos días que la Revolución, “La Gloriosa” había llegado a Madrid y la reina Isabel II había huido a Francia. Por los ecos de la prensa madrileña y el boca a boca, los hoyenses se enteraron de lo ocurrido en Cádiz el 18 de septiembre, cuando comenzó todo.
Los jóvenes integrados con sus vecinos se unieron a los gritos de “ ¡Viva la libertad¡, ¡Viva Prim¡,¡Viva la Marina¡, ¡Abajo los Borbones¡, ¡Viva la Soberanía Nacional¡. El acta de reunión del Ayuntamiento reflejó lo ocurrido en un día histórico en el que se constituyó la Junta provisional revolucionaria de Hoyo de Manzanares. El documento es el siguiente:
Transcripción:
Arriba en el centro: “Habilitado por la Nación” (Se refiere al papel donde se transcribe el acta, que no lleva el sello de habilitación correspondiente, sino que ha sido habilitado por la Nación, pueblo o Gobierno entrante)
“ACTA DE PRONUNCIAMIENTO Y NOMBRAMIENTO DE LA JUNTA PROVISIONAL REVOLUCIONARIA.
En la villa de Hoyo de Manzanares, a cuatro de octubre de 1868, habiéndose reunido la mayor parte del vecindario de esta villa en las casas consistoriales de la misma, con asistencia del Ayuntamiento actual, hicieron presentes el sentido de pronunciamiento en que se presentaban con arreglo a las circunstancias revolucionarias a la cual son todos adictos en prueba de lo cual se dieron las voces unánimes de ¡Viva la libertad¡ ¡Viva Prim¡¡Viva la Marina¡ ¡Abajo los Borbones¡ ¡Viva la Soberanía Nacional¡.Acto seguido se destituyó al Ayuntamiento de su respectivo cargo como autoridad procedente de la dinastía derrocada por la Nación y se acordó y pasó a votación el nombramiento de una junta interina con el nombre de revolucionaria para que se encargue de la administración, gobierno y conservar el orden público de este pueblo hasta que otra se determine por quien corresponda, y como dependiente de la establecida en Madrid; y de todo resultó ser nombrado por mayoría de votos la expresada junta en la forma y compuesta de los sujetos siguientes, D. Narciso García, Presidente, D. Luis Blasco, y D. Pablo Blasco, vocales; y en concepto de secretario de la junta D. Gabriel Bernardos. En cuyos términos quedó constituida la junta revolucionaria interina y tomaron posesión de sus cargos quieta y pacíficamente y los firmantes que saben de todos los concurrentes, en este papel por no haberse en la valaria, de la clase correspondiente.”
Figuran, entre otras, las firmas de:
Luis Blasco, Pablo Blasco, Narciso García, Prudencio Martín, Francisco Blasco, Felipe García, Esteban Domínguez, Mariano Vázquez, Victor Velasco, Juan Blasco, Eustasio Blasco, Eusebio Bega o Gabriel Bernardos.
Hay que destacar la participación que en Hoyo se dio por “ …la mayor parte del vecindario..”, muestra de la gran contribución de las clases populares al triunfo de la revolución, la llamada “Gloriosa”
Las Juntas Revolucionarias se constituyeron en los municipios destituyendo a los ayuntamientos borbónicos gobernantes, con la intención de instaurar un régimen democrático, después de que el descontento contra el régimen monárquico de Isabel II consiguiera unir, bajo la dirección de Prim, a demócratas y progresistas, y tras un pronunciamiento militar y la sublevación de la Marina en Cádiz. La Junta de Hoyo se formó “… como dependiente de la establecida en Madrid…”
El descontento general había comenzado años atrás en varios ámbitos: el político, el económico y el social. Las Juntas reclamaban ahora medidas de democratización política como el sufragio universal o la libertad de imprenta, y reformas sociales como la abolición de los impuestos de consumo y de las quintas.
Respecto al impuesto de consumo, en Hoyo de Manzanares se celebró una nueva reunión de la Junta Revolucionaria a primeros de octubre, en la que se trató el tema. En el acta se dice: “ puesta a disposición el sistema de consumos que goza de la exclusiva en las ventas al por menor …se suspenda el abono de los derechos que señala la ley a los introductores de las especies…”. Días después en acta posterior se extiende la suspensión, beneficiando al expendedor del artículo, abaratando así su precio final. La supresión del impuesto de consumos era una vieja reivindicación de las clases populares, pues gravaba los bienes de primera necesidad como alimentos, bebidas alcohólicas, combustibles y sal. En 1868, con el gobierno del general Serrano, se suspende este impuesto. Cuántas veces nuestros protagonistas hoyenses, Marcos y David, oyeron a sus mayores eso de “a este paso no nos llega ni para comer”
En el mismo acta se nombra nuevo guarda por el “mal funcionamiento” de la guardia rural: “…se acordó también que, en atención al mal servicio y peores resultados que da en este pueblo la guardia rural a petición de todos los vecinos interesados en el buen orden y custodia de la propiedad, se nombra a un guardia que bajo su responsabilidad vigile los montes de propios de este pueblo, y en virtud de unánime conformidad, se eligió para este cargo a Nemesio Blasco de esta vecindad con la dotación de cinco reales diarios abonados del presupuesto municipal” .
David estaba decidido. En cuanto oyó al alguacil pregonando la instalación de listas para inscribirse como Miliciano Nacional voluntario, se encaminó a casa de Marcos para contárselo y convencerle de que había que defender la libertad empuñando un arma. En el acta de la Junta Revolucionaria de la Villa de Hoyo de Manzanares de 18 de octubre de 1868 se dice: “…La Junta siguiendo la conducta observada por la de la capital y la de cabeza de partido, y a fin de que todo individuo que sea merecedor de empuñar las armas pueda en su caso defender la libertad y la patria si fuese su gusto; acordó también que desde este día se abran unas listas en la que se inscribirá a todo individuo mayor de 20 años que pretenda anotarse como miliciano nacional voluntario, siempre que sea digno de ello por su conducta y antecedentes.”
El listado quedó expuesto al público tras las inscripciones de los hoyenses que voluntariamente acudieron para ello a la casa del presidente de la Junta Revolucionaria, Narciso García. Por el edicto que se colocó en la puerta de la casa consistorial los padres de nuestros protagonistas se enteraron de su determinación. Con letra clara podía leerse: David García Blasco- voluntario, Marcos Martín García-voluntario.
* La colaboración de ciudadanos armados en la revolución de 1868 se produjo bajo el control de las Juntas Revolucionarias que los organizaron bajo el nombre de Voluntarios de la Libertad. Fueron una especie de veladores del orden revolucionario y desde las primeras semanas levantaron el recelo del gobierno central. Realizaron tareas de orden público en combinación con la fuerza pública oficial, carabineros y guardia civil. Estaban organizados de forma militar, con jefes elegidos por sufragio. Un mes después del reclamo de voluntarios en Hoyo de Manzanares, Prim firmó un decreto para la reorganización de los Voluntarios de la Libertad, regulándolos y dándoles legalidad, aunque el propósito, al parecer, era su disolución. Esta hizo más fácil la desaparición de las Juntas y así el Gobierno pudo convocar las Cortes constituyentes. Pero esto sucedió después. Entonces en Hoyo de Manzanares la Junta Revolucionaria se constituyó en Ayuntamiento provisional el 19 de octubre, como ordenaba la circular del Ministerio de la Gobernación. Alcalde y concejales realizaron el siguiente juramento: “Jurar por Dios y por los Santos Evangelios guardar y hacer guardar las disposiciones y leyes del gobierno actual, ser fiel a la patria y a la libertad y conducirse bien y fielmente en el desempeño de nuestro cargo…”
Otro asunto importante para la vida de los hoyenses, tratado en ese mes de octubre de 1868, fue la Educación. El nuevo gobierno salido de la Gloriosa se propuso cambiar totalmente la política educativa. El 2 de junio de ese año el ministro isabelino había promulgado la Ley de Instrucción primaria que ligaba estrechamente la Iglesia católica con el sistema escolar, prohibía la libertad de cátedra, privando a maestros y profesores de independencia y hacía desaparecer las Escuelas normales. En acta de 26 de octubre en Hoyo se nombra la Junta local de primera enseñanza formada por cinco vecinos, cumpliendo lo ordenado por un nuevo Decreto que derogaba la Ley de Instrucción primaria. Con esta derogación se volvía, como medida provisional, a la legislación educativa anterior a dicha ley pero añadiendo o retirando disposiciones para que no se limitara la libertad de enseñanza. Así, en el Decreto de 14 de octubre de 1868, se establecieron medidas como la sostenibilidad de las Escuelas con fondos públicos, la derogación de los privilegios concedidos a las sociedades religiosas en materia de enseñanza o el nombramiento y pago de los maestros por parte de los ayuntamientos.
Nuestros protagonistas hoyenses habían sido testigos del cambio histórico que se estaba produciendo, pasando del gobierno isabelino al, después llamado, Sexenio Democrático, un cambio que en Hoyo de Manzanares se realizó de forma pacífica.
Pilar García Martín
Documentación:
- Libro de actas de sesiones del Ayuntamiento 1863-1868. Archivo Municipal de Hoyo de Manzanares
- Carrillo de Albornoz Galbeño, Juan J. . “La Revolución de 1868, su incidencia en un municipio español- Hoyo de Manzanares”
- * Fayanas Escuer, Edmundo “Los voluntarios de la libertad 1868-1874”
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